The problem is discussed of differentiating — a few years after an attack of acute diffuse glomerulonephritis which results in residual albuminuria without other signs or symptoms — between a completely healed nephritis and a latent form of chronic glomerulonephritis which may or may not eventually heal. The natural history of glomerulonephritis is outlined and follow-up findings in 100 cases of chronic nephritis are briefly given. Results in experimental Masugi nephritis are quoted, especially in relation to the question of protein and carbohydrate content of the diet. Evaluation of 69 patients, 1—6 years after the acute attack, indicated the following: (a) Residual albuminuria has a good prognosis, if there are no abnormal urinary sediments; (b) all cases of residual albuminuria of less than 0.5‰ without such sediments finally proved to be healed; (c) of 19 cases with abnormal sediments, 4 later developed chronic nephritis; (d) many cases with normal blood pressure may progress to chronic nephritis, but hypertension does not exclude ultimate cure; (e) pure albuminuria (by electrophoresis) has a good prognosis, contrary to globulinuria; (f) of 17 cases with haematuria on discharge, 4 later developed chronic nephritis, 10 were cured; (g) inability to concentrate urine 2 years after the acute stage strongly suggests chronic nephritis. Discussion of the value and limitation of the clearance technique leads to the conclusion that only rarely does it provide the answer in doubtful cases. It is concluded that one should speak of “healed” glomerulonephritis with residual albuminuria only with great caution. Usually these are instances of latent glomerulonephritis or of not yet healed nephritis. Only when residual albuminuria is minimal (less than 0.5‰) without abnormal sediments should one diagnose “healed” glomerulonephritis. Additional tests may at times be needed to evaluate the individual case of residual albuminuria after nephritis. Curación de defecto de glomerulonefritis difusas Existe una gran inseguridad en el enjuiciamiento pronóstico de personas que, habiendo padecido una glomerulonefritis aguda difusa, segregan un poco de albúmina en la orina, el estado general siendo bueno y no presentándose aumento de la tensión sanguínea ni señales de restricción funcional del riñon. ¿Trátase en este caso de una curación de defecto con albuminaria residual inofensiva o de una nefritis continuando lentamente su actividad, de pronóstico inseguro? Una nefritis crónica puede transcurrir largo tiempo sin presentar síntomas algunos, pero muy raras veces se cura completamente. Los glomerulos y los tubos sanos, engrandecidos por vía compensatoria, aseguran durante mucho tiempo la clarificación y la concentración normales de la orina, incluso cuando grandes partes de los ríñones son afectados por procesos inflamatorios crónicos. A menudo tampoco el examen histológico del tejido de riñón obtenido por punción da resultados decisivos, ya que muchas veces los procesos inflamatorios son localizados en forma de foco. Análisis del tejido de riñon obtenido por extirpación o de animales con una nefritis de Masugi de orden crónico, producida por vía experimental, demostraron siempre una nefritis que había continuado lentamente su actividad. Es probable que la constante carga funcional del riñón — particularmente por el metabolismo de la albúmina — no deja calmarse la inflamación en muchos casos. Hay que tener especial cuidado al diagnosticar una curación de defecto con albuminuria residual inofensiva. Los datos siguientes subrayan un pronóstico favorable: albuminuria de menos de 0,5‰, falta de sedimentos (en particular eritrocitis y cilindros de eritrocitis) también en repetidos controles y después de fatiga corporal, así como una concentración suficiente de la orina. Los examenes de clarificación no tienen más que un valor limitado para esta cuestión. De particular importancia es la exclusión de otras enfermedades de las vías urinarias. Habría que realizar siempre un pielograma intravenoso.