Abstract
Coneidérase por 10 general que el objetivo mas importante de los programas de desarrollo económico es el aumento del ingreso por habitante. Aunque por dejinición las variaciones del ingreso por habitante están determinadas por las variaciones del agregado ingreso y población, el «manejo» consciente de la variable población con el objeto de alcanzar mayores aumentos del ingreso por habitante, considérase que se escapa comunmente del dominio propio de la política económica. Pero las tendencias evolutivas de la población no son inmutables; es posible concebirmedidas de política económica destinadas a infiuir en ellas en un sentido determinado. Despréndese de ella que, en el plano puramente económico, puede encontrarse un argumento a favor, o en contra, de una política antinatalista comparando los costos económicos de semejante política con los benejicios económicos derivados de la misma. En el supuesto de que existen programas de naturaleza no especijicada capaces de provocar una disminución de la natalidad de tomaño conocido y dentro de un tiempo determinado, el estudio examina la siquierde cuestión: ¿ Qué sacrijicios económicos—inversiones demográjicas—podrían justijicarse como precio de tales programas bajo diferentes condiciones económicas y demográficas? El examen del problema se basa en una unidad económica modela que supone la hipótesis de que pueden cambiarse las tendencias de la fecundidad, pero sólo a un costo económico favorable. En el modelo la mortalidad se trata como una variable exóqena; se examina la validez de esta hipótesis y luego se critican las deducciones teóricas que llevan a la tesis del esfuerzo crítico mínimo. El análisis numérico abarca un período de 25 años. Se suponen las condiciones demográficas y económicas típicas de los paises subdesarrollados y se considera que, si no se interjieren las tendencias de la pobiación, la fecundidad permanece constante, en tanto que con inversiones demográficas desciende en forma lineal 50 por ciento en 25 años. Con tales supuestos se calculan las inversiones demográficas «máximas permisibles,» es decir, las inversiones que podrían hacerse para disminuir la fecundidad en el grado deseado y conservar el mismo nivel de ingreso por habitante, o si todos los ahorros seinvirtieran productivamente y la fecundidad ee mantuviese en un nivel elevado. En segundo término, se examina la forma en que las distintas modalidades de las inversiones demoqráficas infiuirían en la eoolución del ingreso por habitante comparado con el curso que podría seguir ese índice sin interferir las tendencias de la fecundidad. El análisis se realiza a base de varios índices de inversiones demográficas, como el monto absoluto para determinada población y determinado ingreso iniciales, participacion en las inversiones totales y en el ingreso total, e inversiones demográficas por nacimiento evitado. Estos índices se calculan para varios valores de los parámetros económicos, como el coeficiente ahorros marginales y medios—inversión, la relación capital—output, y el multiplicador del ingreso autónomo. En resumen, el examen de los requisitos necesarios parece únicamente confirmar la conclusión de que como parte de los programas de desarrollo económico con objectivo del aumento del ingreso por habitante es mas eficaz, si necesario, renunciar algunos que tienen como objecto alcanzar grandes inversiones productivas directas y substuir las inversiones por una rápida y sustancial reducciń de la fecundidad.

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