Abstract
Ciertas auioridadee respetables en materia de desarrollo económico han manifestado que todos, o por lo menos una mauoría, de los países en desarrollo están “superurbanizados.” Mas aún se ha dicho que la estructura urbana está dominada par una sola gran metrópolis. Se afirma que tales “ciudades primaciales son parasitarias y que impiden el desarrollo económico limitando el crecimienio de una jerarquía más balanceada y más dispersa de lugares urbanos. Esta hipótesis es insostenible, tanto sobre bases teóricas como empíricas. Una revisión del papel que juegan estas grandes ciudades sugiere que en muchos casos están a la vanguardia del desarrollo económico, y que se habría logrado mucho menos progreso si los limitados recursos personales y urbanos de la nación estuviesen ampliamente distribuídos y menos integrados. Además, un estudio empírico que correlaciona el producto nacional bruto per cápita y varias variables socio-economicas y demógráficas con índices del grado de supremacía (predominio de las ciudades primaciales), revela que las probabilidades de que los países subdesarrollados tengan una estructura urbana que descansa en una ciudad primacial no son mayores que las de los países económicamente desarrollados del mundo. Las diferencias entre las naciones en desarrollo en cuento a la medida del éxito que logran en su progreso económico no parecen estar correlacionadas con la mencionada supremacia. De hecho, la primacia parece explicarse principalmente por el tamaño de la nación y la naturaleza de la economía.

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